Carbono vs. Aluminio: Una duda habitual en el ciclista urbano

El cuadro de la Tesoro Neo Carbon está basado en el de nuestra afamada y premiada bicicleta de carretera Synapse, pero lo hemos montado con componentes más orientados a un entorno urbano que a recorridos de 160 km por los Alpes. Te preguntarás que cómo hemos logrado convertir una bicicleta de carretera Endurance en una urbana eléctrica que no tiene comparación. Y también por qué alguien estaría dispuesto a asumir su mayor coste.

Componentes diferentes = Propósito diferente

Para comprender la transición de Synapse a Tesoro Neo Carbon, es importante entender primero la geometría de la bicicleta. El término "geometría" se refiere al conjunto de los distintos ángulos y medidas de los diferentes elementos del cuadro, como el ángulo del tubo de sillín, la longitud del tubo de dirección y muchas otras medidas.

Dado que Synapse y Tesoro Neo Carbon comparten cuadro, también comparten geometría. El tubo de dirección relativamente alto ayuda a crear una posición de conducción más erguida, y la larga distancia entre ejes se traduce en mayor estabilidad, especialmente a altas velocidades. Aunque estos detalles geométricos determinan una respuesta más cómoda y fácil de llevar en comparación, por ejemplo, a nuestra bici escaladora SuperSix EVO, no interfieren en la agilidad de manejo y respuesta directa, superior a la de la gran mayoría de las bicicletas urbanas eléctricas.

Pero la mayor diferencia entre la Tesoro Neo Carbon y la Synapse la tienes justo en tus manos: el manillar. El tipo de manillar y potencia pueden alterar drásticamente el comportamiento de una bicicleta, y en este caso, el manillar plano y la potencia corta de la Tesoro Neo Carbon establecen una postura de conducción más cómoda y relajada. Sin embargo, gracias a su geometría y cuadro de carbono heredados de la Synapse, continua siendo una bicicleta increíblemente ágil y ligera. Ostenta el equilibrio perfecto entre ambas cualidades.

Carbono vs. Aluminio: Diferencias clave

Pasar de un cuadro de aluminio a uno de fibra de carbono representa una enorme evolución en el rendimiento de una bicicleta. Aunque tiene un coste superior, también tiene una serie de ventajas que lo justifican, todas aplicables a la Tesoro Neo Carbon.

La diferencia más notable es la del peso. La mayoría de los cuadros de fibra de carbono son, como mínimo, varios centenares de gramos más ligeros que sus equivalentes en aluminio, lo que puede constituir un porcentaje significativo del peso de un cuadro. Y como el peso es el enemigo de la dinámica de la bicicleta - en cuanto a aceleración, frenada, giros, etc. - esos gramos ahorrados significan una en todos los aspectos y, en el caso de las e-bikes, una mayor autonomía de la batería.

Una segunda ventaja y muy importante es la mayor flexibilidad del carbono. Con esto nos referiemos al grado en que podemos manipular el propio material, a la hora de dar forma a un cuadro. Para crear un cuadro de aluminio tan solo se requieren unos cuantos tubos y soldarlos, pero un cuadro de carbono está formado por cientos de piezas de fibra de carbono, cada una de ellas con decenas de miles de fibras. Dónde y cómo se colocan estas piezas dentro del molde del cuadro determinará las características finales de conducción, tales como la estabilidad a alta velocidad, la agilidad en el manejo o comodidad al rodar. Hemos perfeccionado la Tesoro Neo Carbon para que su rendimiento sea excelente en todas ellas.

Lo que nos lleva a la tercera ventaja del carbono sobre el de aluminio: la conducción. Al ser fibroso por naturaleza, el carbono amortigua las vibraciones. Cuando se rueda sobre superficies irregulares o bacheadas, o se reciben grandes impactos, el cuadro absorbe una gran parte de la energía del golpe. En el caso de un cuadro de aluminio la mayor parte de la fuerza del impacto se transmite fielmente al ciclista. Y esta es una diferencia que notarás enseguida.