HeadShok

La HeadShok es una horquilla de suspensión urbana increíble. Comparada con las horquillas de suspensión tradicionales, su exclusivo sistema de suspensión absorbe los baches con más suavidad, proporcionando mayor comodidad y una precisión en la dirección excepcional. También es mucho más ligera, pesando hasta un kilo menos que otras horquillas de su categoría, lo que se traduce en un manejo más ágil y una mayor facilidad para levantar la bici. Su sistema de funcionamiento es muy resistente y está muy bien sellado, de manera que requiere menos mantenimiento y es más duradera que otras suspensiones. En resumen, te ofrece más de todo eso que esperas de una suspensión delantera, y menos de lo que no quieres.

Cuando se gira la dirección aparecen fuerzas en diferentes direcciones, y estos tubos redondos reaccionan queriendo rotar independientemente uno del otro. Para evitar esta flexió y mantener la rueda delantera apuntando en la dirección deseada, las barras, las botellas y puente, la corona y los apoyos del buje necesitan ser bastante sobredimensionadas, lo que añade mucho peso. Y nadie quiere más peso, especialmente en bicicletas eléctricas.

Hablemos de los casquillos. Estas son unas piezas de plástico con forma de anillo que se sitúan entre las barras y las botellas, permitiendo que deslicen entre sí. La función que realizan los casquillos no es nada fácil. Deben encajar lo suficientemente ajustados para mantener a barras y botellas firmemente conectadas, pero también deben de proporcionar la suficiente libertad como para que ambos componentes deslicen suavemente entre ellos. Lograr ese equilibrio es difícil incluso sin cargas aplicadas. Una vez que añades fuerzas de dirección y de frenado, la fricción generada por estos casquillos aumenta drásticamente, haciendo que la acción de la horquilla sea “pegajosa” y menos efectiva en la absorción de baches. Esto repercute en la capacidad de la rueda delantera para copiar el suelo de manera fluida y controlada, y además una parte de la fuerza del impacto generada por el bache se transmite al ciclista, con la incomodidad que esto conlleva.

Debido a que son unas piezas que generan fricción, los casquillos requieren un buen mantenimiento rutinario para evitar que se desgasten prematuramente. Esto se ve agravado por el propio diseño de la horquilla, donde las expuestas barras canalizan el agua y otros desechos arrojados desde la rueda hacia los guardapolvos y retenes ubicados en lo alto de las botellas, acelerando el desgaste.

Resumiendo, las horquillas tradicionales son algo pesadas, un poco flexibles, no son muy suaves – especialmente cuando son sometidas a fuerzas, que es cuando más se necesita una suspensión suave-, y son inherentemente propensas al desgaste.

Hace treinta años, nuestros ingenieros miraron las horquillas tradicionales y pensaron para sí mismos "Tiene que haber un diseño mejor". Ese diseño mejor fue HeadShok. Y aunque ha sido revisada y mejorada radicalmente, sobre todo en las décadas intermedias de su existencia, aún hoy conserva el innovador diseño original.

Esta configuración de "cuadrado dentro de un cuadrado" impide que la parte inferior de la horquilla pueda rotar respecto a la superior, situada dentro del cuadro, brindando una conexión más directa y perceptible entre el manillar y la rueda delantera. Es un nivel de control que simplemente no encontrarás en otras horquillas.

Dado que ruedan, en lugar de deslizarse, experimentan muy poco desgaste y, con un poco de grasa a intervalos regulares, mantienen esa "sensación de horquilla como nueva" durante toda su vida. Este hecho se ve reforzado por el diseño dentro del tubo de dirección. Mientras que las patas de una horquilla tradicional están expuestas a los elementos, los componentes internos de la HeadShok se mantienen seguros y limpios dentro de un fuelle sellado de goma, ubicado por encima de la cabeza de la horquilla y el guardabarros, lejos de las salpicaduras de agua o roces. El muelle de la HeadShok y el amortiguador de baño semiabierto están diseñados para durar y ser fáciles de usar. Apenas requieren ajuste y un pequeño mantenimiento rutinario. De hecho, donde la mayoría de las horquillas requieren un desmontaje cada 50 horas o así, y una reconstrucción completa cada 100 horas, la HeadShok duplica el tiempo, con una recomendación de mantenimiento completo cada 200 horas. Como demostración, uno de nuestros ingenieros recorrió más de 10,000 km en desplazamientos diarios, bajo todo tipo de condiciones climáticas, con una horquilla sin hacerle ningún tipo de mantenimiento, y aguantó sin problemas (pero eso fue en aras de la ciencia. No le hagas eso a tu horquilla. Merece ser cuidada.)

Si estás buscando llevar tu conducción urbana al siguiente nivel; si estás listo para experimentar comodidad, control y prestaciones como nunca antes; o si simplemente estás listo para destacar entre la multitud con algo exclusivo, súbete a una HeadShok y prepárate para quedar impresionado. O deberíamos decir, “ en Shok”.